domingo, junio 15, 2008

DEFDER - UMCE







sábado, junio 14, 2008

EL IMPACTO DE LA MODERNIDAD EN LO COTIDIANO

Actualmente nos encontramos en medio de una época complicada; nos estamos dando cuenta de los errores que cometemos, y sufriendo las consecuencias de éstos. Reflexionando sobre lo que debimos haber hecho, dicho o pensado en vez de haber procedido de manera equivocada. Para que esto no vuelva a ocurrir debemos comenzar a meditar sobre lo que arrastra nuestro mal actuar, y ver de qué modo puedo evitar pasar por malos ratos nuevamente, sobre todo cuando se trata de mi propia existencia; volviendo a centrarnos en lo importante y validero, y luchar por conseguir nuestro propio bien, ¿a qué costo?, eso no debe importar, pues el objetivo somos nosotros mismos; lo que sí cuenta, y que debemos tener siempre en cuenta, es el medio a usar. No debemos atropellar a los que nos rodean, para esto y por esto nuestra conducta en sociedad se regula bajo ciertos márgenes moralistas, y no sobreponer siempre el individualismo en extremo; sino que, detenernos a pensar y darnos cuenta que el bienestar también depende de quien o lo que nos está rodeando. Esta armonía se mantendrá en equilibrio si vivimos bajo parámetros de buenas conductas, y cuando me refiero a “bienestar”, se abarcan todos los ámbitos de nuestras vidas.

Con el pasar del tiempo vamos siendo protagonistas de la tecnología, modas y de distintos cambios en lo cotidiano. Es así como lo tradicional va perdiendo valor, se reemplaza por la mediocridad y esto produce que todo lo que nos rodea adquiera otra preponderancia.

Palabras como “esfuerzo”, pasan a quedar en el pasado, ya que gracias a todos los avances que nos hacen la vida más fácil, cada vez nos cuesta menos conseguir objetivos; y de paso hasta nuestra formación valórica sufre verdaderos cambios; nos volvemos personas flojas, mediocres. Pero todo esto no pasa por que nos quedemos estancados sin hacer nada, sucede sólo por que esta tecnología, nos ofrece una mejor calidad de vida casi sin movernos de nuestro escritorio. Quiero dejar muy claro que esta percepción de modernidad no engloba todos los aspectos de nuestras vidas afectivas, ya que, acá las modas y nuevas tendencias no influyen en nuestro accionar, y menos en la toma de decisiones.

Siguiendo con lo referente al esfuerzo, puedo decir que hasta el deporte ha ido adquiriendo una nueva connotación. Antes, éste era más serio; se entrenaba mucho para alcanzar triunfos; no bastaba sólo con convencernos de que nos proporcionara una vida sana, sino que existía una cultura deportiva. Reinaba un hambre de triunfos, y se trabaja duro y limpiamente para saciarla. Ahora, este concepto, con el pasar de los años fue adoptando miles de significados; ya no existe ni la más mínima consecuencia cuando nos referimos a esta palabra. Se ha perdido esa “cultura deportiva”; cada vez es menos la gente que opta por vivir del deporte. Nos estamos quedando con lo amateur, la recreación momentánea; ya ni siquiera la idea de un cuerpo sano nos convence para esforzarnos a tener un mejor pasar. Nos conformamos con encender el televisor y observar noventa minutos del “deporte más lindo del mundo”. Es ahí cuando realmente se siente, casi un deportista, pero no basta con gritar cada gol, también deberíamos haber luchado por estar ahí, ¿ese goce que es producto de los triunfos, no sería mayor si fuera uno mismo el protagonista de ese encuentro?, y cuando queremos seguir esos ejemplos, y participamos en alguna disciplina, buscamos la forma más y cómoda de encontrar esa satisfacción; y es ahí cuando se van creando intentos de deporte que no requieren ni el mínimo esfuerzo físico, ¿serán verdaderas disciplinas deportivas?. De ahí que nació el eco-turismo, juegos de salón, etc.

El hecho de que nos vayamos a internar en medio de la selva junto a una empresa de turismo aventura no nos hará más fuertes y sanos. El estar en contacto con nuestra naturaleza no nos hace invensibles; el cómo saber aprovechar todo eso sí, pero, obviamente que de manera útil. Caminar por horas en medio de bosques, subir a una balsa no otorga vida eterna. Y también nos encontramos con ese grupo de gente que ven el deporte como la única forma de mantener una buena figura, sobre todo para el verano; es en este caso, donde debemos replantearnos el por qué de nuestras acciones e intenciones, darnos cuenta de nuestros errores ideológicos. El deporte conlleva a una vida sana, y luego a un cuerpo bonito. Pero, cuidado! Un cuerpo llamativo para el resto no siempre es el estereotipo que cada uno idealiza en su mente, pues nuestra contextura física no es igual a la de otros individuos; dependemos de la genética.

Llega el momento de los cuestionamientos, es muy común que esto suceda cuando nos encontramos en situaciones de riesgo o enfermedad; el ¿por qué no tuve una mejor calidad de vida?, es parte de eso. No quiero convencer a nadie diciendo que haciendo ejercicio vivirá cien años; sólo que dando un poco de importancia a nuestro organismo, ejercitándolo, podremos tener una vejez más grata, y vivir tranquilos. Es ahora cuando tenemos que actuar, no cuando ya no hay nada que hacer.

Para cerrar, quiero regresar al punto en el que dije que los avances tecnológicos nos facilitan la vida. Estos no son los culpables de nuestras enfermedades y futuras desgracias; los irresponsables somos nosotros mismos, por no haber tenido el criterio adecuado para hacer uso de ellos. Que existan autos no quiere decir que no se caminará nunca más, o dejar de lado las bicicletas. Al igual que con las consolas con videojuegos, o los mismos computadores que nos llevan a ser y parecer verdaderos ermitaños. El secreto está en cómo saber utilizar todo eso.

lunes, junio 09, 2008


FISICO - UMCE
(DEFDER)
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.